Primeramente, las sílabas son las unidades fonológicas que forman las palabras. Puede definirse a la sílaba como el sonido que, a partir de una articulación, compone un núcleo fónico, distinguido de otros mediante las depresiones de la voz. Tónico, por su parte, es el adjetivo que califica a aquello que aporta vigor o fuerza a algo.
En una palabra, se puede diferenciar la sílaba tónica de las átonas; las sílabas tónicas tienen acento prosódico, es decir, es la mayor fuerza con que se pronuncia la sílaba de una palabra y puede acentuarse
si las reglas así lo permiten.
Para saber cuál es la sílaba tónica, existe un ejercicio muy sencillo que lo aprendí de una de mis maestras de español de la secundaria y me facilitó en ese momento este tema en particular y lo he compartido con mis alumnos en las aulas. Consiste en alargar cada sílaba de una palabra y saber dónde recae la sílaba tónica, por ejemplo, para saber dónde se encuentra la sílaba tónica en la palabra «girasol», alargamos cada sílaba por separado:
giiiiiirasol
giraaaaaasol
girasooooool
(léase lento en las sílabas alargadas y rápido en las que no).
En este caso, al leerlas alargando cada sílaba, podemos observar que la sílaba tónica es «sol»: giraSOL. Al ser una palabra aguda, pero con terminación en «l» no se tilda, pero este es otro tema del cual hablaré después.
